Me integro como un artista-artesano multididacta, en el conocido como “Huerto de la Polaca”, en la Costa del Castell de Xàtiva. Seleccionando técnicas pictóricas, volúmenes, espacios y materiales reinventados, desarrollo mi arte entre arquitectura popular, cuevas, grandes árboles y paisajes panorámicos que me absorben, planteando un diálogo creativo con la propia naturaleza, donde és el lugar quien dirije el hecho artistico único y múltiple.
    Cuando realizo retratos, dibujos, carteles, paisajes, volúmenes, esculturas, intervenciones o talleres abiertos, me interesa tanto el proceso como la materia. Las obras íntimas y particulares, los grandes formatos, las obras públicas necesarias o las intervenciones en el territorio. Me atraen las texturas y mis colores pueden aparecer suaves, en hiladas veladuras, vidriosos o contrastados. Valoro los elementos y las formas orgánicas, lo corporal, lo psíquico y la terapia humanizadora del arte.
    Necesito creer que soy artista, porque a través de mi trabajo puedo aportar mi visión sobre aquello que sirva a la sociedad para estimular la reflexión, la opinión, la sorpresa, la memoria, el gozo, la recuperación del patrimonio y la concordia que hace crecer los pequeños proyectos colectivos o personales. Creo que el arte también debe fluir por donde no se le espera y habitar los paisajes vividos.